Autor.- Pahham |
Mediante esta excelente parábola Cristóbal Cobo nos introduce, a través de un crítico artículo, en el concepto de inflación digital, es decir, el exceso de confianza sobre las bondades de la tecnología en la educación.
La integración y el uso didáctico de las TIC en las prácticas docentes es una cuestión que se viene discutiendo desde hace tiempo. Los resultados no siempre han sido los esperados teniendo en cuenta las altas expectativas puestas en las tecnologías.
La propia UNESCO revela en un informe sobre el impacto de las TIC en educación que“tras décadas de grandes inversiones en TIC en los países de la OCDE y a pesar del creciente uso de estas tecnologías en los países en desarrollo, los beneficios derivados de estas tecnologías no parecen estar suficientemente sustentados por datos, en tanto que la evidencia sobre su impacto real es ambigua o, en el mejor de los casos, discutible”.
Cobo y Moravec en su libro "Aprendizaje invisible" consideran que ”aunque el e-learning ha demostrado ser tremendamente beneficioso en cuanto a la posibilidad de ofrecer contenidos educativos para una gran cantidad de educandos, este modelo no ha demostrado ser lo suficientemente contundente como para ofrecer una metodología de aprendizaje significativamente mejor que la de la educación tradicional, que podríamos etiquetar como ‘cara a cara’ (profesor-alumno y alumno-alumno).
Sin embargo, estos reveses no han sido provocados por el e-learning, sino como consecuencia de combinar nuevas herramientas con modelos educativos clásicos. Sin lugar a dudas, una de las principales causas de proyectos frustrados ha sido la incapacidad de integrar las TIC en las prácticas docentes, con el objeto de generar nuevos conocimientos a partir de la utilización estrategias pedagógicas apropiadas.
Pasar de los libros de texto al libro digital acarrea normalmente la repetición de viejos problemas. Cambiemos el modelo.