La dimensión pedagógica es el aspecto esencial en la
integración de las TIC en los procesos formativos. Las herramientas
son simplemente el medio y carecen, realmente, de importancia.
La pedagogía 2.0, que se aleja de los
modelos transmisivos de conocimiento, plantea un marco metodológico
interesante y potencialmente muy útil para la enseñanza a distancia. Su correcta utilización favorece el aprendizaje en red, autogestionado y flexible en los
entornos virtuales de formación.
La base de este modelo
es lo que se conoce como las tres P de la pedagogía: la Personalización, la Participación y la Productividad, que detallan
McLoughlin &
Lee en
su artículo “TheThree P’s of Pedagogy for the Networked Society: Personalization,Participation, and Productivity.”
La personalización pasa por
permitir al estudiante tomar el control sobre su propio aprendizaje,
así como proporcionarle herramientas de autoevaluación, lo cual se puede conseguir mediante estrategias didácticas
basadas en la resolución de problemas o
en la investigación. Aquí, el estudiante puede decidir en qué aspectos profundizar en función de sus propios intereses.
La participación horizontal entre todos los participantes,
estudiantes y docentes, donde se le da más importancia al proceso
formativo que a los contenidos. El estudiante establece conexiones
con otros compañeros, expertos, comunidades, etc., reemplazando el
modelo de clase tradicional, cerrada y con mucho peso en el docente,
por otra más social y abierta, centrada en el estudiante.
Por último, la
productividad entendida como la capacidad de
crear conceptos, ideas, conocimiento, etc., todo ello facilitado por
las herramientas en red. El modelo de proporcionar contenidos sin más
a los estudiantes tiene importantes limitaciones, ya que el
estudiante debe implicarse activamente en el descubrimiento y la
investigación, participando en el proceso de creación de
conocimiento.